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"El día que conocí WordPress"


Cuando estaba en el octavo cuatrimestre de la carrera de Comunicación, me encontré con una materia que me llenó de pavor: Programación de Ambientes Web. Nunca me habían atraído los números ni los códigos, así que esa clase parecía un verdadero desafío. No sólo no sabía nada sobre programación, sino que también me preocupaba profundamente no poder pasarla. Al elegir Comunicación, nunca imaginé que tendría que enfrentarme a tantos códigos y algoritmos.
El proyecto final del curso fue la gota que colmó el vaso: debíamos crear una página web sobre el tema que quisiéramos. Mientras veía a mis compañeros trabajar en sus proyectos, ellos hablaban de escribir en HTML, de aplicar CSS para darle estilo, y yo solo los miraba desconcertado, lleno de dudas. No tenía idea de cómo empezar, y lo peor era que solo nos dieron tres días para entregar el trabajo. Las noches se hicieron largas. Desvelado, me pasaba horas buscando información, pero sentía que no avanzaba. Ya era la última noche antes de la entrega, y mi desesperación había alcanzado su punto máximo.
No había logrado que nada funcionara, y el tiempo me estaba pisando los talones. Fue entonces cuando, sin saber qué más hacer, decidí buscar alternativas en internet. Tras mucho navegar, me topé con algo que parecía demasiado bueno para ser verdad: sistemas de gestión de contenido (CMS) que prometían permitir la creación de sitios web sin necesidad de conocimientos técnicos. Pensé: "Esto tiene que ser una broma". Pero algo me impulsó a hacer clic en el primer enlace. Investigué, vi algunos tutoriales en YouTube, y algo comenzó a hacer clic en mi cabeza. Eran las 5 de la tarde, y la fecha límite para entregar mi trabajo era a las 3 de la madrugada, del siguiente día.
Aun así, decidí seguir adelante. Me metí de lleno en el tutorial, y para mi sorpresa, todo parecía mucho más accesible de lo que había imaginado. Instalé la plataforma, y lo que encontré fue una maravilla. Claro, al principio todo era un poco confuso, pero comparado con el caos de los códigos, no había comparación. Empecé a integrar textos, imágenes, gráficos y hasta videos. Aunque mi primera página fue algo básica (el tiempo y mi falta de experiencia jugaban en contra), pronto me di cuenta de lo flexible y potente que era la plataforma. Lo que más me sorprendió fue lo fácil que era agregar plugins y personalizar la página, lo que me dio mucha más libertad para experimentar. Al final, entregué el proyecto a tiempo, y aunque no fue el más elaborado, me sentí increíblemente satisfecho.
WordPress me había salvado. De hecho, WordPress es tan popular que, según una encuesta reciente, alimenta el 40% de todos los sitios web en Internet, lo que refleja no solo su accesibilidad sino también su versatilidad. Muchos programadores, tanto novatos como experimentados, han adoptado WordPress por su capacidad de simplificar la creación de sitios web, mientras que otros siguen prefiriendo la programación tradicional para control total. Sin embargo, las tendencias muestran que herramientas como WordPress están ganando popularidad, especialmente entre aquellos que prefieren concentrarse más en el contenido y el diseño que en el código subyacente. Si alguien me hubiera dicho que un día podría crear una página web sin tener que enfrentarme a una montaña de código, nunca lo habría creído. Pero WordPress demostró que, con las herramientas adecuadas, no necesitas ser un experto en programación para tener un sitio web funcional y creativo. Para cualquiera que quiera sumergirse en el mundo digital de manera flexible, WordPress es una verdadera maravilla

¿Para qué se podría usar?

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